Un saludo. YLENIA Diciembre 2010
Mi sueño del Ironman del Hawaii lo realicé.
Para realizar mi sueño comencé a entrenar desde Enero de 1998.
Me levantaba a las 4 de la mañana para las 8 de la mañana, para hacer bicicleta y carrera.
A las 11 de la mañana me iba a la piscina para nadas hasta las 2 de la tarde.
El día sábado entrenaba más, me levantaba a las 4 de la mañana e íbamos
Aprendí agarrar los pachones y comer en la bicicleta todo fue durante el entreno y lo logré.
Mi papá para que yo pudiera ir hacer el Ironman, escribió para que me dieran patrocinio a muchos lugares, pero nadie confiaba en mí, soy una persona con Retardo Mental pensaba que no podía hacerlo.
Pidió, si no podían económicamente me mandaran una carta de apoyo, no recibí nada que me diera el apoyo, que yo iba a poder. Los únicos que me dieron Q 10000.00 fueron los de la Gatorade, gracias señores por creer en mí, no los defraude.
El día lunes 28 de Septiembre llegué a Hawaii y después de armar mi bicicleta no podía inflar las llantas hasta ponerlas duras, eso me dio miedo, pensé soy un inútil.
El día martes mi mamá llevo la bicicleta a un taller y ellos no pudieron inflarlas, que alivio pensé, no soy inútil.
Me hicieron entrevista con otros triatlonistas, dicen que salí en la T.V. en los Estados Unidos, ojalá salga en Guatemala. Nadé, monté en bicicleta y corrí para entrenar antes de la competencia.
Llegó el día que yo quería que llegara y le tenía miedo.
comencé a tener mucho frío, pensé que la gente tenía razón en no quererme ayudar y que no iba poder hacerlo, tenía mucho malestar.
Karo me dijo: si quieres vomitar, vomita y me llevó un bote para la basura, vomité y ella me dijo: es bueno que vomites sacas el miedo, ella me preguntó que pensaba y se lo dije, ella me dijo: Los señores del Ironman creen que tú puedes por eso estás aquí. Saca lo malo y piensa en lo bueno, tú entrenas hasta y tú puedes, eso me lo dijo varias veces.
Me fui para el agua, sonó el cañón y comenzamos a nadar "4 Kilómetros" por todos lados sentía patadas, manadas al fin salí del agua. Karo estaba allí me volvió a decir tu puedes, piensa lo bueno.
Me subí a la bicicleta pero los nervios y el miedo lo tenía en la cabeza, se me cayó 4 veces la cadena, paraba y tenía que arreglarla. Vino a mi cabeza lo que Karo me dijo, que pensara lo bueno y pensé en las medallas que he ganado en Olimpiadas Especiales, en los trofeos que he ganado, en las triatlones, en mis amigos los triatlonistas, lo que mi tío Enrique me dijo que soy un gorila y no un monito de organillero, en las moloteras que le hago a mi peluquera Anabella eso me dio risa, pensé en todos los fax que me llegaron al Hotel antes de la competencia, llegué a la transición de la carrera ya había hecho los 180 Kilómetros, pensé que alivio, lo estoy logrando.
Empecé a correr encontré a Karo me dijo otra vez tu puedes, cuando iba corriendo vi cuando el sol se estaba metiendo en el mar todo rojo, que bonito, pero llegó la noche y se puso muy oscuro ya no vía no podía correr, me dio miedo, gracias a dios me pusieron unas como linternitas, todos las teníamos puestas.
Cuando ya venía de regreso para la meta me sentía bien cuando encontraba a los triatlonistas que tenían que llegar al retorno. Me encontré con Karo y mi mamá me dijeron falta 4 millas, no sé cuanto es eso, pero sólo faltaba 4, seguí corriendo pensé en Olimpiadas Especiales que nos dicen que somos el mundo de los ganadores, que nos cuesta hacerlo pero lo logramos, me acordé del Juramento que no hacen a los atletas en olimpiadas Especiales que dice: Quiero ganar pero si no puedo ganar quiero ser valiente en el intento, tenía que llegar.
Empecé a correr con las luces de Kona, ya estaba muy cerca.
Cuando estaba para llegar a la meta estaba Karo, con las dos banderas, la de Guatemala y la de olimpiadas especiales quería entrar con las 2 banderas arriba, pero estaba muy cansado subía una y bajaba la otra. Pasé la meta ya había corrido los 42 kilómetros hice un tiempo de 14.00.54 Pensé soy un Ironman, gracias a Dios, había logrado mi deseo era un finalista, no se lo que quiere decir pero así le dicen a los que llegan a la meta.
Recibí mi medalla y una playera y soy tan feliz por haberlo logrado compré un suéter y una camisa. Soy el único Atleta especial del mundo que ha hecho el Ironman, Soy el único atleta especial de Hierro del mundo, soy un Ironman.
Y este es el video de un padre Australiano que realizaba año tras año el Ironman de Australia, y su mayor ilusión era competir al lado de su hijo que nació con parálisis cerebral.
1 comentario:
Hola Juan, soy Víctor, uno de tus pacientes en la terapia grupal.
He leído la carta de este atleta Guatemalteco y he visto el video.
El video me ha dejado impactadísimo, es buenísimo. De hecho volveré a verlo varias veces en mi casa y se lo enseñaré a gente, porque de verdad que infunde una gran fuerza, me infunde ganas de luchar, de hacer deporte, de afrontar los retos. Parece que las imágenes nos impactan más que los relatos, y ésto es cierto, aunque releyendo la carta del triatleta con retraso mental también siento el coraje, la fuerza del entrenamiento.
Yo creo que el deporte, el esfuerzo en general, dan resultados por si solos. Es difícil, al menos para mi, tomar la iniciativa y salir a correr, a jugar basket, a realizar algún tipo de actividad en general. Se podría catalogar como la vagería autoenclaustrada. Es más fácil hacer las cosas aparentemente fáciles, como son las que ya están medio hechas, hechas por completo o en las que ni siquiera hay que realizar algún esfuerzo. Creo que ese es uno de los mayores problemas de las sociedades ricas de hoy. Cada vez todo es más fácil y se nos da todo en bandeja, desde que nacemos. Se modifica nuestra naturaleza y se nos convierte en vagos, conformistas, consumistas... Yo me considero una víctima de ésto. Desde siempre se me ha dado todo en bandeja, y llegó un momento en que dejé de esforzarme. Ahora intento retomar el esfuerzo, pero me cuesta, me es más fácil alimentar pensamientos pasivos que acciones. Es mucho más importante actuar que pensar. No quiero decir que no haya que pensar, pero para mi ahora es mucho más importante actuar, llevar a cabo acciones, moverme.
Fíjate en la dicotomía. Si estamos todo el tiempo pensando en actuar, entonces:¿cuándo actuamos? A mi me pasa que estoy todo el tiempo intentando integrar cosas mentalmente, y al final de lo que no me doy cuenta es de que simplemente lo que busco es una sensación momentanea de pensar que lo he integrado y que por eso lo voy a hacer. Una sensación ficticia, puesto que luego no lo hago. He ahí la importancia de no pensar a niveles conscientes, porque ésto no es más que sufrir, y claro yo digo ésto porque pienso demasiado.
Por cierto, te dejo el enlace a mi blog, recientemente abierto, por si puedes ojearlo, si tienes un huequecillo, jeje, debido a tu apretada agenda, apretada con muy buenos motivos.
http://dosuniversos.blogspot.com/
Saludos Juan.
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