UN MAR FUEGUITOS
Un anciano del pueblo de Negua en Colombia,
pudo subir a lo alto del cielo.
A la vuelta contó.
Dijo que había contemplado, desde alla arriba, la vida humana.
Y dijo que somos un mar de fueguitos.
-El mundo es eso- revelo.
Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales.
Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores.
hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento
y gente de fuego loco que llega el aire de chispas.
Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman,
pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear,
y a quien se acerca, se encienden .
Y otras han compartido tanto que cuando mueren su luz, como las estrellas, continua llegando desde la eternidad.
1 comentario:
ei! Juan Son es esta luz!!! que brilla en nuestros corazones!!! va conmigo siempre!!! la queriamos y la quero!!! Josep
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