Este interesante articulo esta realizado y enviado por un compañero Psicólogo de Granada, es parte de la linea de colaboraciones iniciadas desde DIOT para compartir sinergias optimistas y difundirlas en las redes sociales . Y desde aquí quiero agradecerselo.
Saber ver los fracasos como oportunidades
A
veces, el hecho de ser valientes, y tener una actitud de predisposición,
nos conduce al hecho de fracasar, lo cual puede tener unas consecuencias
terribles para nuestro estado psicológico, dejando secuelas que repercuten directamente
en el valor con el que realizamos las acciones en nuestra vida.
Saber
reconducir estas situaciones de fracaso, puede ser una gran ayuda de cara a
nuestra motivación, convirtiendo aquello que podria ser un estado
depresivo en una mentalidad positiva. Además no ayuda a no ver nuestra “no
consecución” del objetivo como algo malo, sino como la oportunidad de volver a
intentarlo, haciendolo mejor y llegando a conseguir aquella meta ansiada.
Cambiar
nuestra actitud es primordial si queremos no volver a fracasar, lo cual,
muchas veces supone un reto personal, y los retos a su vez suponen estímulos
que nos mantienen con un estado de ánimo óptimo.
Aunque
si bien hay que decir que no hay que confundir reinventarse, con fracasar mil
veces. Esta claro que cuando fracasas y vuelves a intentarlo debes de hacerlo
mejor que la vez anterior, de otro modo, el camino hacia un estado de
desanimo es inevitable.
Por lo
tanto, saber adaptarse a los cambios que nos exige la vida es muy importante, además
hay que ser realistas y saber de nuestras limitaciones. Solo así, podemos sacar
conclusiones positivas de una situación poco idonea cuando no
conseguimos lo que nos proponemos.
A
veces fracasar, tambien sirve para medir nuestra entereza y nos pone a prueba,
para además, hacernos más fuertes ante situaciones venideras de una mayor
crudeza, por lo tanto podemos concluir que nuestra mentalidad se hace fuerte
ante situaciones de fracaso y nos prepara de mejor forma de cara
al éxito.
Una
vez redactado este documento, hemos podido comprobar, que ha pesar de todas las
connotaciones negativas que tiene la palabra “fracasar”. Podemos
sacar muchas conclusiones positivas, viendo el lado bueno del fracaso, y
comprendiendo que no todo viene de cara siempre, y que un éxito después de un
fracaso no solo nos deja el hecho del éxito, sino también una capacidad de superación
y una fortaleza mental inmensa.
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