La risoterapia debería ser más un estilo de vida que una práctica puntual para que pudieras notar plenamente sus efectos sobre tu salud, pero para conseguirlo debes entrenar primero. Y qué mejor que haciéndolo en todas las facetas de tu vida. Te proponemos tres fórmulas caseras para practicar risoterapia, sólo, en pareja o con tus familiares.
Risoterapia para practicar en casa con la familia. Antes de comenzar, es aconsejable despejar el espacio de la casa en el que nos gustaría poner en práctica los ejercicios de risoterapia, según aconseja el psicólogo Juan Cruz, que forma parte del Grupo de Trabajo Humor y Optimismo del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, participantes de las jornadas Back to Optimism de la escuela de negocios ESCP Europe y La Liga de los Optimistas en España. Según el experto, esto nos permitirá tener mayor capacidad de movimiento y sentirnos más libres. Una vez que hayamos preparado el espacio serán útiles sobre todo los ejercicios en los que haya contacto físico entre los miembros de la familia. Así, una propuesta de risoterapia casera podría lograrse utilizando algo tan sencillo como una bolsa de globos. "Sólo habría que jugar entre los miembros de familia a que el globo no cayera el suelo, pero para ello no se podrían utilizar las manos, sino cualquier otra parte del cuerpo", explica el psicólogo. A la hora de practicar un ejercicio con globos por parejas, una opción divertida es intentar explotar el globo entre ambos, con la tripa o con la espalda. Otra posibilidad es plantear algo así como un combate de globos: chicos contra chicas, adultos contra niños o cualquier otra combinación. Y si además este ejercicio lo complementamos con un "cambio de roles", de modo que los mayores actúen como los pequeños y los chicos como las chicas y viceversa, la diversión está garantizada. "Con este tipo de ejercicios en los que el contacto es importante, la risa sale y fluye de forma natural", explica. También en familia puede plantearse un ejercicio igualmente divertido. Es el que propone Francesca Strauss, una artista multidisciplinar formada en risoterapia que dirigewww.elartedereir.com: "Cuando acaba el día y estamos ya todos cansados, después de la cena y cuando tenemos ese momento de compartir en familia, se puede contar un problema o una preocupación que hayamos tenido a lo largo del día, pero haciéndolo con la lengua fuera. El efecto de risa es inmediato", explica la experta.Risoterapia casera para una pareja. Una de las acciones más divertidas es hacerse cosquillas pues, según explica el psicólogo, sólo hay que recordar lo mucho que nos reíamos con las cosquillas cuando éramos pequeños o evocar el recuerdo que nos inspiran los bebés, a los que en seguida queremos comerles los "piececitos", para darse cuenta de los efectos tan beneficiosos que tenía esa práctica. "Ese contacto tan cercano a la ternura es efectivo porque activa nuestro niño interior, que a veces espera dormido", comenta Cruz. Otra propuesta divertida para la pareja es jugar a entrecruzar los brazos y hacer figuras, algo así como lo que se hacía en el conocido juego de 'Enredos'.Un juego de palabras muy curioso es el que propone Francesca Strauss para que sea puesto en práctica por una pareja. La idea es comenzar el juego, o bien él, o bien ella, diciendo: "A mi chico (o chica) le gusta que por la mañana le (poner el primer verbo que se nos ocurra) la (poner el nombre de la primera fruta que se nos venga a la cabeza". "Es un juego creativo, que produce risa inmediata y que incluso puede llegar a ser erótico", comenta Francesca. También es importante recordar de la otra pareja aquello que le gusta, que le hace reír. Una canción, una película, una serie, una expresión o un recuerdo que tengáis juntos y que siempre os hace sonreír. "Es importante tener claro de uno mismo y de la otra persona en qué puntos o con qué temas podemos conectar con el humor porque eso nos ayudará mucho", comenta Strauss. Risoterapia para practicar en solitario. Uno de los recursos más eficaces para practicar ejercicios de risoterapia en solitario consiste en seguir la máxima de convertir lo cotidiano y lo normal en algo raro y hacer cambios en las rutinas diarias, tal como aconseja Juan Cruz. Así, la idea sería hacer algo que no sueles hacer a menudo: dar saltos por la calle, andar hacia atrás, meterte en un charco o incluso dar un toque simpático a tu look o bien fabricando un broche con elementos que tengas por casa para decorar una camiseta o una chaqueta, o bien rescatando esas horquillas de hace varios años que ya han pasado de moda y probar qué tal te quedan hoy, o incluso colocándote una flor detrás de la oreja... También funciona un ejercicio que no por ser muy sencillo es menos eficaz. Es el que propone la artista Francesca Strauss. Consiste en acercarse a un espejo, mirarse, respirar, sonreír y después lanzarse piropos durante un minuto de reloj: "¡Qué guapa estoy!", "¡Qué nariz más simpática!", "¡Vaya boca deliciosa!"... Y es que así, tal como explica Strauss, enviamos al cerebro una señales positivas que hace que cambie nuestro estado de ánimo. Otro recurso es reír, reír directamente, hacer muecas o movimientos inesperados delante del espejo, sorprenderte a ti mismo con gestas o caras imposibles, y, sobre todo, probar a darte masajes faciales para conseguir relajar lós músculos de la cara y dejar que éstos se expresen libremente. Además de estos juegos, que suelen ser muy efectivos, los expertos avisan, no obstante, que una de las prácticas que garantizan el funcionamiento de la risoterapia es el descanso, pues si no se duermen las horas suficientes difícilmente podemos tener ganas de dar un espacio en nuestra vida a la risoterapia.
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